martes, 3 de octubre de 2017

El agua es vida y debemos cuidarla


A veces las cosas están ahí, pero uno se niega a verlas. Y no hablo exactamente de negación. Hablo de no tener a la mano datos impactantes que te obliguen a parar.

Todos los días, inclusive hablamos de la crisis del agua, es más aún la sufrimos. Todos los días recuerdo aquellas temporadas de infancia en la que a altas horas de las madrugadas, mi madre, yo y dos de mis hermanos caminábamos cuadras tras cuadras, kilómetros tras kilómetros con un par de baldes colgados de nuestros brazos, para poder llevar algunas gotas de agua a la casa. Llenar un barril de agua era una tarea titanica.

Aún recuerdo, que invadido de sueño y con solo 12 años de edad, tenía auto prohibido botar siquiera, una gota de agua. Pero aun evocando aquellos recuerdos tristes y sufridos de mi infancia, no terminaba de cuadrar en mi mente que nos vamos a quedar sin agua y, que el agua no es un producto renovable.

El dato que me caló y provocó que me detuviera a pensar un momento, llegó el pasado fin de semana en una clase de un Posgrado en #AmericanCollege cuando analizábamos los Objetivos de Desarrollos Sostenibles (ODS), específicamente el 12, Producción y Consumo Responsable.

Mi compañera de trabajo y yo abordamos el tema del agua, y entonces nos encontramos que solo el 6% del agua dulce y disponible para el consumo de los seres vivos, está destinado para el consumo humano. Por ello es que cualquier cantidad de asentamientos, barrios, vecindarios y ciudades sufren por la ausencia del agua potable.

El riego de los cultivos consume el 70% del agua, agua que se pierde pues se contamina con los químicos que los productores vierten sobre las plantas y las zonas de cosecha. Por si fuera poco, las industrias en el lavado y procesamiento de sus productos botan otro 15%, sin agregar la contaminación de afluentes, ríos y quebradas. El 9% restante está reservado para la industria del turismo.

En el ciberespacio hay un documento de Enacal que se llama ABC Sobre el recurso agua y su situación en Nicaragua (http://www.enacal.com.ni/media/imgs/informacion/ABCdelAgua2.pdf), debería ser material obligatorio de lectura.

Al Estado podríamos exigirle que caven más pozos, o que creen una Ley que ordene y exija a los agricultores e industriales construir y generar reservorios de agua, que multen a las personas que la desperdician, y hasta limitar el uso de pesticidas.

¿Y tú, conmigo qué podemos hacer?

Que como sociedad adquiramos el compromiso de ahorrar agua, que reforestemos, que cuidemos de lo que queda del planeta.


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