Según la definición de Wilkipedia, La palabra verdad abarca desde la honestidad, la buena fe y la sinceridad humana en general, hasta el acuerdo de los conocimientos con las cosas que se afirman como realidades: los hechos o la cosa en particular; así como la relación de los hechos o las cosas en su totalidad en la constitución del Todo, el Universo.
Pero que pasa si mi verdad no es tu verdad
¿Transgredo las buenas costumbres que me enseñaron en casa, dejó de ser
confiable y sincero?
Los problemas existencialistas y la filosofía nos
sumergirían en discusiones banales de nunca acabar, en verborreas insportables
e insostenibles por la variedad de puntos de vistas y que acabarían solamente
en pleitos infantiles, idénticos a los que generamos cuando hablamos de
políticas o apasionamientos religiosos, sobre todo si estamos en medio de un
grupo heterogéneo.
Decir que el baloncesto nicaragüense está enfermo, no
es ninguna mentira. Pedir que los que puedan hacer algo, lo ejecuten pensando
en el beneficio de la disciplina y no en sus míseros intereses, no es ser
hipócrita. Al menos, esa es mi verdad.
Pero si otros tienen otra verdad, cimentadas en los
mejores valores que les han inculcado, bienvenida sea, porque algo si puedo
entender. No existe verdad absoluta.
Yo de la organización y dirección del básquet
quiero hablar muy poco desde la perspectiva periodística, ah, desde
el plano personal, siempre hablaré.
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