Pensar que todas las cosas pasan por culpa del Gobierno de
turno, es una soberana estupidez de la sociedad. Que vayan a dar 4 días
feriados sin importar el freno que implicaría para nuestra frágil economía, es
condenable y punible al Gobierno, pero decir que la alarmante ola de
feminicidios es porque los Ortega están en el poder, es pasarse de listo y caer
en actos de manipulación, una especialidad de los medios y los agentes
desestabilizadores que sobran en este paisito.
Ahora, asusta la cantidad de mujeres que mueren día a día a
manos de sus ex parejas porque realmente la frágil línea de tolerancia o
sentido común se perdió en alguna parte del proceso de la estructura social.
Tampoco creo que sociólogos o psicólogos tengan la repuesta a este mal, estoy
seguro que está en nuestros hogares.
Ahora populan las familias disfuncionales porque a algunos
se les ocurrió hace algunos años, que el libre albedrío era mejor que el
control que tenían los padres en los hogares y con la libertad llegó el
libertinaje y con ello todos tipos de males.
El punto es que debemos auto educarnos y educar. Enseñar a
nuestros hijos y a los que podamos, que nadie es dueño de nadie, que las
relaciones de noviazgo, laborales, de amistad o deportivas, etc, pueden y deben
terminar cuando una o las dos partes así lo dispongan. Que deben ser vistas de
la manera más sencilla y normal para no generar traumas, que en la vida se gana
y se pierde, y que de las derrotas salen las mejores lecciones.
Debemos enseñar a nuestros semejantes, que perder un juego o
un noviazgo no es motivo de vergüenza, de desprestigio. No es el fin. Es quizás
la mejor opción para comenzar una nueva era, la mejor de tu vida. Debemos saber
que nuestros amigos no son nuestros, que nuestros hijos tampoco, por lo tanto
nuestra pareja no es parte de nuestro inventario.
Pero solo educando a los miembros de la sociedad es que
vamos a alcanzar otros niveles de vida.
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